Web semántica

Concepto

La web semántica es una evolución de la Web actual cuyo objetivo final es convertirse en una plataforma universal para el intercambio de información, y que precisa para su desarrollo una serie de tecnologías y tesauros comunes que faciliten su recuperación e intercambio, fundamentadas en la implementación de metadatos y su contextualización en ontologías o dominios capaces de representar semánticamente los recursos de información.

Se trata por tanto de proceso evolutivo que requiere la culminación de dos fases:

Su implementación y desarrollo están íntimamente ligados a World Wide Web Consortium (W3C), un consorcio internacional que trabaja por crear y difundir estándares web con el objetivo de extraer todo su potencial.

Análisis

La iniciativa de Berners-Lee al crear la Web permitió establecer bases sólidas para el desarrollo y evolución de nuevas herramientas tecnológicas y metodológicas, que apuntaban al establecimiento de una nueva arquitectura de comunicación, la Web semántica. Sin embargo, y a pesar del evidente avance experimentado desde entonces, existe cierta sensación de ralentización del proceso, tan sólo estimulado por el impacto causado por el éxito y evolución de la Web 2.0, capaz de transformar a los usuarios en agentes activos que demandaban plataformas de intercambio de recursos e información.

El proceso transformador marcha a dos velocidades. Aunque ya existe la infraestructura de software necesaria para establecer la interconexión semántica de los recursos de información, la fase de dotación de significado semántico discurre mucho más lenta, debido fundamentalmente a que supone un alto coste tanto económico como intelectual difícil de asumir por los creadores de contenidos.

Además del problema de la lentitud en su desarrollo, la Web muestra otro escollo difícil de solventar: la existencia de ingentes volúmenes de recursos desestructurados, desorganizados e ineficaces, en los que la recuperación de la información supone un trabajo excesivamente arduo, sin que el avance de los motores de búsqueda sea capaz de subsanar las carencias.

La arquitectura tecnológica sobre la que se asienta muestra un carácter multinivel, en el que cada uno de los elementos que la componen se ofrecen de forma transparente al potencial usuario mediante interfaces y plataformas que facilitan su uso. En un primer estrato encontramos la codificación y la localización, lograda a través de estándares como UNICODE y URI (Uniform Resource Identifier); un segundo nivel basado en el lenguaje XML (eXtensible Markup Language) como base sintáctica; un tercero de descripción e identificación de recursos (nivel semántico) a través del modelo de datos RDF (Resource Description Framework); un cuarto de consulta mediante el lenguaje de interrogación SPARQL; un quinto nivel presidido por el lenguaje OWL (Web Ontology Language) como mecanismo para la representación de ontologías que complementan y amplían las posibilidades semánticas de RDF, al tiempo que determina y articula las reglas de inferencia que permiten extraer el significado; y por último, un sexto dirigido a asegurar el encriptado y la veracidad de los datos obtenidos en el proceso.

Implicaciones

Las enormes posibilidades y esperanzas que concita la Web semántica suponen un considerable salto cualitativo en la recuperación e intercambio de la información. Su carácter multidisciplinar, que aúna conceptos de inteligencia artificial, desarrollo web, bases de datos, informática teórica, lingüística computacional e incluso ciencias sociales y humanidades, es una muestra por un lado del enorme calado y de las dimensiones que debe afrontar, y por otro garantiza la solvencia y consistencia de sus contenidos.

Muchos de los elementos que integran la Web semántica están ya presentes en plataformas almacenadas en la nube (Google Drive o Dropbox), en los Sistemas de Gestión de Contenidos, en portales únicos que integran catálogos de diversas bibliotecas y archivos, y sobre todo en la cada vez más extendida idea de que es imprescindible disponer de bases de datos que contengan la información de forma estructurada y que garantice la interoperabilidad.

Las especiales circunstancias que concurren en las bibliotecas actuales las convierten en el escenario ideal para la aplicación de la Web semántica: su tránsito a la biblioteca digital, en la que las colecciones se convierten en repositorios abiertos y accesibles; la propia demanda de información de sus usuarios, basada en la necesidad de establecer sistemas de recuperación y filtrado de información complejos y satisfactorios; y la existencias de macroáreas científicas delimitadas que favorecerían el desarrollo de ontologías específicas son factores que beneficiarían su aplicación.

Sin embargo, como señala el W3C en Library Linked Data Incubator Group Final Report, subsisten problemas derivados de varios aspectos relevantes: los contenidos bibliotecarios no están debidamente integrados en los recursos Web, lo que provoca problemas de conexión y recuperación; las normas bibliotecarias (MARC o RDA) se desarrollan de forma autónoma en las propias bibliotecas sin tener en cuenta las posibilidades de los Linked data; los datos de las bibliotecas se expresan primordialmente en lenguaje natural; los bibliotecarios y la comunidad de la Web Semántica mantienen terminologías diferentes referidas a los mismos metadatos; y los cambios tecnológicos que se producen en las bibliotecas dependen de los sistemas propietarios, por lo que quedan al margen los desarrollos del software libre.

Referencias

Baker, Thomas, et al. (2011) Library Linked Data Incubator Group Final Report . Obtenido el 22 de abril de 2014 desde http://www.w3.org/2005/Incubator/lld/XGR-lld-20111025/

Codina, Lluis, Marcos, Mª Carmen y Pedraza, Rafael (coords.) (2009) Web semántica y sistemas de información documental. Gijón: Trea.

Morales del Castillo, José Manuel (2011) Hacia la biblioteca digital semántica. Gijón: Trea.

Pastor Sánchez, Juan Antonio (2012) Tecnologías de la web semántica. Barcelona: UOC.

Fecha de ultima modificación: 2014-05-03